El Perro guía

A menudo nos cruzamos con un invidente guiado por un perro. También conocidos como lazarillos los perros guía van ganando un papel importante en nuestra sociedad.

Pero ¿qué hay detrás de un perro guía? ¿Cuál es el adiestramiento y las cualidades que debe tener para convertirse en los ojos del que no puede ver?

Gracias a Juan Luna por su ayuda en la recopilación de información. En este artículo se trata de explicar brevemente en qué consiste la vida de un perro guía.

En España los perros guía provienen de un criadero propio de la Fundación Once del Perro Guía donde se mantienen las razas y las líneas de sangre que presentan un correcto equilibrio temperamental.

Las razas utilizadas son principalmente tres: labrador, golden retriever y pastor alemán.

Desde el nacimiento hasta las 7 semanas. 

Nace en el criadero y las 7 semanas se entrega a una casa de acogida.

Desde las 7 semanas hasta los 12 meses.

Comienza la educación del perro en la casa de acogida. Los requisitos que debe cumplir la familia adoptante son:

  • Vivir en Madrid o alrededores (en el caso de la ONCE).
  • Asegurar que el perro nunca estará solo más de dos horas.
  • Disponer de vehículo y tiempo libre para llevar al cachorro a la escuela cuando sea requerido para ello, bien por temas veterinarios o educativos.
  • Firmar un contrato comprometiéndose a educar al cachorro según las instrucciones recibidas y a devolverlo a la escuela cuando sea requerido para iniciar su periodo de entrenamiento.
  • Enseñarle a ser un perro limpio, educado y afectuoso.
  • El perro acompañará, de manera habitual, a la familia en sus salidas más frecuentes. El animal se tendrá que acostumbrar a entrar en las tiendas del barrio, grandes almacenes, cines y todo tipo de transporte público (La ley reconoce y ampara el derecho de los futuros perros-guía).
Rasgos de carácter que debe tener un perro guía.
  • Deseos de agradar: Ganas de trabajar con el hombre.
  • Responsibidad alta: Grado de interés con el que responde alto.
  • Persistencia: Esfuerzo y vigor empleados en el desarrollo de la tarea.
  • Iniciativa: Capacidad resolutiva.
  • Adaptabilidad: Capacidad de adaptación a los cambios del entorno. La habituación del perro a los diferentes ambientes es un factor importante para la realización correcta de su trabajo ya que evitaremos distracciones. Desde edad temprana y a causa de una exposición constante a diversos ambientes, el perro se acostumbra a las numerosas situaciones que encuentra en el trabajo.
  • Instinto de preservación. (instinto de conservación, protección)
Desde los 12 meses a los 18 meses.
Adiestramiento especifico del perro guía.

Los trabajos básicos que se realizan para preparar a un perro guía son:

  • El uso del arnés.
  • El principio de la línea recta.
  • El trabajo con bordillo.
  • Trabajo con obstáculos.
  • El tráfico.
Órdenes que se utilizan.
  • Órdenes de dirección: (derecha, atrás, izquierda, avanza…)
  • Órdenes de control: (no, deja, calla, mal) se utilizan para controlar conductas específicas, por ejemplo, detenerse, esperar, distracciones, mala concentración.

Todas estas órdenes utilizadas con movimientos y acciones del cuerpo, pies y manos, son interpretadas con mayor facilidad y se refuerzan por el uso de incentivos.

Existen otras órdenes útiles para el ciego como puede ser la búsqueda de un sitio libre en el autobús, la búsqueda de una parada de metro/autobús. La aproximación a la puerta del autobús y la detención para que el ciego pueda preguntar por el número del recorrido.

También se les enseñan órdenes como sigue, útil por ejemplo en restaurantes cuando te llevan a una mesa o cuando se realiza un desplazamiento en grupo.

Dependiendo de las actividades propias del invidente se le enseña al conjunto del perro y la persona a realizar de manera adecuada recorridos habituales (ir a trabajar, visitar a la familia) en metro, autobús o andando. Ambos aprenderán a coger las líneas adecuadas y a orientarse una vez salen de nuevo a la vía pública.

El adiestrador del perro guía siempre está disponible para el usuario ante cualquier necesidad o duda respecto a su trabajo en común con el perro.

Adiestramiento.
El uso del arnés.

El arnés proporciona un canal de comunicación entre el perro y la persona que lo maneja. El perro y la persona deberán adoptar una posición correcta para moverse de forma segura y eficiente como unidad. La posición normal es el perro situado a la izquierda de la persona con aproximadamente tres cuartas partes de su cuerpo por delante de esta, de esta manera tendremos un tiempo de reacción que permitirá a la persona que lo maneja darse cuenta de los movimientos del perro, pudiendo intuir lo que se encuentra delante de él y reaccionar de manera adecuada ante cualquier cambio de dirección del perro o parada repentina. Esto justifica el hecho de que el asa sea de metal y de distintas longitudes para permitir obtener la posición correcta.

Es necesaria una tensión entre el perro y la persona que lo maneja sin llegar a ser fuerte, dado que resultaría extremadamente incomoda y podría llegar a producir problemas/dolores de espalda e incluso deteriorar todos los aspectos de trabajo del perro guía (incremento de los niveles de estrés e incremento de errores, dificultad de control, etc.). El grado de tensión varia de una persona a otra y se relaciona con el peso, agilidad, acción refleja, equilibrio….etc.

Todo esto habrá que evaluarlo al asignar un perro a una persona y comprobar la compatibilidad durante el entrenamiento de la unidad perro – guía.

El principio de la línea recta.

Hay que tener claro desde un principio que es la persona que maneja al perro la responsable de su orientación y que no se debe basar en la capacidad del perro para conseguir el objetivo deseado.

Una de las características de la movilidad con perro guía es que la persona ciega no tiene contacto físico con el entorno, se eliminan las referencias táctiles que puede obtener con el bastón (línea del edificio, farolas, etc.) y ha de utilizar las referencias auditivas o cambios de superficie para poder determinar su situación en el entorno. Los únicos puntos de referencia y orientación, que se mantienen estables en el entorno, son el tráfico, los bordillos, los cambios de superficie, otros sonidos (tiendas, etc.) u olores (panadería, kiosco, etc.).

Por esta razón se adiestra al perro guía siguiendo el principio de la línea recta, para facilitar la movilidad independiente y segura de la persona ciega. El perro responderá a las ordenes de dirección de la persona que lo maneja y una vez tomada la dirección mantendrá una línea recta hasta nueva orden o hasta que tenga que desviarse o detenerse debido a influencias ambientales.

Cuando caminen por al acera se mantendrá siempre por el centro de la misma y cuando esta no exista la línea de desplazamiento será cercana y paralela al borde de la calzada.

Influencias ambientales para las que se prepara al perro.

El trabajo con bordillo.

Los bordillos o bordes de acera pueden resultar peligrosos para la persona ciega ya que pueden derivar en una caída, tropiezo, peligro de tráfico… El perro marcara la presencia del bordillo mediante un acercamiento positivo.

Esto es, al encontrarse con un bordillo de bajada, de subida o lateral el perro se detendrá en pie/sentado indicando la presencia del bordillo a la persona que lo maneja, quien deberá de tomar la decisión respecto a que línea de desplazamiento seguir.

Cuando se trata de peldaños o escaleras el perro realizará un acercamiento positivo. Deteniéndose en pie en la base cuando se trata de unas escaleras de bajada y deteniéndose con las patas delanteras sobre el primer escalón cuando se trata de una escalera de subida.

Trabajo con obstáculos.

La evitación natural del perro al contacto con obstáculos se resalta mediante un entrenamiento cuya meta es aumentar el conocimiento del animal de la posición y tamaño de la persona que lo maneja en relación consigo mismo.

Durante el adiestramiento el perro aprende a aceptar a la persona que sujeta el arnés como una extensión de su propio cuerpo, y dejar espacio suficiente a la hora de negociar obstáculos.

El perro aprenderá que es mejor desobedecer que ocasionar un posible accidente a su guía. Este es un punto importante en el aprendizaje del perro del perro guía, ya que la desobediencia por parte del perro vendrá provocada por el respeto y la fidelidad hacia su guía.

Obstrucción total del pavimento: En este caso el papel del perro es guiar a la persona que lo maneja al extremo del bordillo lateral y detenerse, esperar instrucciones para abandonar el bordillo y guiar a la persona de nuevo a la acera.

El tráfico.

Este es el punto potencialmente más peligroso del desplazamiento. Para realizar esta tarea se enseña a la persona ciega que se desplaza a realizar de forma segura un cruce de carretera. El perro se entrena enseñándole acciones específicas que deben realizar en situaciones de tráfico comunes:

  • Ante la presencia de tráfico cercano debe ignorar la orden de avanzar y permanecer en el bordillo.
  • Ante la presencia de trafico lejano esperara en pie/sentado hasta que los vehículos hallan pasado o se detengan de forma segura.

A pesar de esto la capacidad del perro para afrontar las condiciones del trafico es limitada y será siempre el guía el que determine cuando se debe realizar el cruce. La seguridad se puede aumentar añadiendo instrumentos como pueden ser el bastón o bandas reflectantes. La persona debe estar preparada para pedir la ayuda de una persona vidente si considera inseguro cruzar las vías por sus propios medios.

El conjunto del perro y la persona.
  • Se debe desarrollar un vínculo mutuo de respeto, afecto y comprensión, hasta un grado que permita que la persona y el perro adopten en armonía el enfoque correcto.
  • El perro debe realizar su trabajo de una manera decidida, de la misma manera las acciones, voz y gestos de la persona deben ser decididos.
  • Una conducta indecisa por parte de cualquiera de los dos causara confusión en el otro provocando la perdida de equilibrio del conjunto.
  • La persona que maneja al perro debe esperar un nivel consistente de rendimiento de este y ha de estar dispuesto a desarrollar y mantener un régimen estricto, dentro de unos límites para conseguirlo. El perro debe respetar.
  • La confianza mutua es necesaria ya que la falta de esta puede provocar errores inducidos por el estrés.
  • El entorno de la unidad cambia constantemente y los dos deben estar preparados para desviar su atención de una situación a otra cuando ocurran cambios en el entorno.
Distracción.

El entrenamiento aumenta el conocimiento del perro de los aspectos del ambiente que se relaciona con su trabajo, llamando constantemente la atención hacia su presencia, por ejemplo: obstáculos, bordillos… De la misma manera que inhibe el interés natural del perro a los aspectos que por naturaleza podrían distraer su atención (perros, olores, comida…)

Es la persona que maneja al perro la que debe tratar de mantener la concentración del perro empleando una combinación de voz e incentivos.

Durante el trabajo de ambos, habrá situaciones en las que el perro asuma el papel activo, esquivando obstáculos, bordillos… y otras en las que será la persona la que tome el papel activo guiando al perro en tareas especificas. En otros casos el perro deberá desobedecer la orden de la persona, como en el caso de tráfico próximo.

Es importante la aceptación del papel que desempeña por parte del perro. El perro finalmente disfruta con la tarea que realiza. A pesar de esto el factor dominante de la unidad es el respeto del perro hacia la persona.

El entrenamiento continúa en casa.

Una vez entrenados perro y persona, el perro llega a casa. Es el momento de potenciar el vínculo.

Cuando en la vivienda del invidente conviven más personas, estás deberán ignorar al perro hasta que este vinculo este afianzado. Es conveniente que ni siquiera le miren, ya que es una potente herramienta de comunicación de la que además el invidente carece. El perro debe entender desde un principio que su dueño es la persona invidente.

  • No se debe jugar con el perro con pelotas, ya que despertaría su instinto de caza, que en este tipo de tareas debe estar especialmente dormido.
  • Debe tener su lugar. Su cama y su espacio.
  • Su alimentación debe estar controlada y seguir unas rutinas marcadas.
  • Se le debe mantener aseado. Bañarlo con una frecuencia adecuada y cepillarle a menudo. Es un perro que esta autorizado a entrar en cualquier sitio. Hay que tener consideración con ello.
  • A la hora de eliminar se le enseña a hacerlo en zonas adecuadas, alcorques, zonas verdes… hay ciegos que por su condición no pueden recogerlo y es necesario que no sea un perro sucio por la calle.
  • El perro atenderá a la orden de haz! , se le soltara el arnés y se le dejara unos minutos para que elimine. Luego continuara su tarea y no volverá a eliminar hasta que se le dé el privilegio.
  • Hay que realizar las revisiones veterinarias obligatorias, la falta de cualquiera de ellas inhabilita al perro como perro guía.
  • El entrenamiento debe continuar. Un perro que no sigue trabajando olvida su tarea.
Hay que seguir potenciando su conducta social.
  • No debe ser bullicioso, hiperactivo o excitable.
  • Debe ser limpio en casa así como en cualquier lugar cerrado.
  • Se deben controlar los ladridos.
  • No debe ser destructivo.
  • No debe solicitar comida a la mesa.
  • La conducta general del perro debe ser tal que no provoque críticas del público ni limite su utilidad a la persona que lo maneja.
La jubilación.

La vida laboral del perro guía esta condicionada por la condición del perro individual, aunque la edad aproximada ronda entre los 8/10 años.

Cuando un perro guía se jubila puede quedarse con el invidente que hasta ahora fue su compañero, en condición de perro de compañía, o volver a la Fundación de perros guía donde se le cuidara hasta que sea necesario. A no ser que exista una enfermedad grave nunca se les sacrifica.

¿Qué hacer ante la presencia de un perro guía?

Un perro guía es un perro de trabajo. Siempre que este con el arnés puesto su función consistirá en ser los ojos de la persona invidente. Distraer, acariciar, llamar a un perro que esta trabajando puede ocasionar un accidente.

  • Si tienes perro, procura que mientras el perro guía esta trabajando no se acerque, podría distraerlo. Si quieres saludarle pregunta siempre antes a la persona que lo lleva.
  • El único sitio al que un perro guía tiene prohibido acompañar a su dueño es a un quirófano.
  • No dificultes su entrada a establecimientos públicos, transportes… etc.

Gracias a Juan Luna por su ayuda en la recopilación de información.

 

Altea Moreno
Educadora canina