Órganos de los sentidos del perro

Estudiar la conducta del perro es, en definitiva, conocer cómo percibe el entorno que le rodea y qué relaciones establece con ese entorno.

Los órganos sensoriales de los perros afectan a los procesos de pensamiento y comprensión, éstos les permiten extraer información vital de su entorno y les proporcionan fiabilidad para responder a sus necesidades biológicas y a la capacidad de aprendizaje.

Existe en general la tendencia de pensar que los animales captan la realidad tal y como lo hacemos nosotros, pero existen diferencias tanto en su anatomía como en la fisiología.

El Ojo.

El órgano de la visión está formado por un conjunto de elementos:

  • La órbita.
  • El globo ocular.
  • Los órganos accesorios.

La Órbita.

La órbita constituye la cavidad donde se ubica el órgano de la visión.

Los huesos que forman la órbita son:

  • Frontal.
  • Lagrimal.
  • Temporal.
  • Ala del esfenoides.
  • Palatino.
  • Cigomático.
  • Parte del arco cigomático.
  • Maxilar.

El Globo Ocular.

El globo ocular está formado por tres capas:

  • Capa fibrosa externa.
  • Capa media o vascular.
  • Capa nerviosa o interna.

Órganos accesorios.

Los párpados:

Protegen el ojo y evitan la sequedad de la cornea distribuyendo adecuadamente las secreciones lacrimales. El perro dispone de lo que se denomina el tercer párpado está situado en el angulo interno del ojo que recibe el nombre de membrana nictitante que es el encargado de producir lágrimas y de proteger el ojo de agresiones externas.

La conjuntiva:

Une los párpados al globo ocular.

El aparato lagrimal:

La glándula lacrimal se sitúa en la parte superior y lateral del ojo.

Percepción Visual.

El órgano de la visión del perro se corresponde al de un mamífero especializado en la captura de presas en condiciones de escasa luminosidad; de hecho muchos científicos lo clasifican como un cazador crepuscular. En general, siempre se ha comentado que la visión era el peor de los sentidos del perro; dicha afirmación parte de un error esencial, comparar directamente la visión humana con la canina.

Los primeros trabajos publicados al respecto hablaban efectivamente de que la visión de los perros era en blanco y negro. Se ha podido demostrar que hay dos tipos diferentes de conos, aunque éstos se encuentran en un área muy reducida de la retina. Los conos son los receptores que perciben el color. Por lo tanto existe posibilidad potencial de percibir los colores. Los dos tipos de conos mencionados, representan sensibilidades diferentes a espectros de luz.

  • Las estructuras de color azul o violeta, son percibidas como color azul.
  • Las estructuras de color verde, rojo, amarillo y verde amarillento, son percibidas como amarillo.
  • Las estructuras de color azul verdoso, ellos lo ven blanco.

Por lo tanto, a diferencia de las personas, que tenemos una visión tricromática y somos capaces de distinguir todas las longitudes de onda, lo que se traduce en millones de colores. El perro tiene una visión dicromática con una parte del espectro neutra o incolora.

El Oído.

Desde el punto de vista anatómico, el oído es el asiento del sentido de la audición, del equilibrio y de la estática.

Se divide en:

  • Oído externo.
  • Oído medio.
  • Oído interno.

Percepción Auditiva.

Desde siempre ha sido un problema poder evaluar correctamente la audición de un perro. A mediados de los 80 se adapto un test, llamado BAER, para la valoración de los oídos.

La sensibilidad auditiva del perro es parecida a las de las personas cuando se trata de sonidos de baja frecuencia, pero en cambio es más sensible que las personas a los sonidos de alta frecuencia. Así por ejemplo, el perro muestra una sensibilidad máxima a sonidos de entre 4.000 y 8.000 Hz, mientras que el oído humano tiene una sensibilidad máxima a los sonidos de entre 1.000 y 4.000 Hz. Igualmente, el perro percibe sonidos de entre 40.000 a 60.000 Hz, mientras que la frecuencia más alta que percibe el oído humano es de 20.000 Hz.

Esta sensibilidad auditiva le permite escuchar hasta cuatro veces mejor a una cierta distancia, lo que significa que si nosotros podemos escuchar algo a 90 metros aprox., el perro podría escucharlo a 400 metros aprox. Disponen de más de 18 músculos (los seres humanos disponemos de 9 músculos y la mayoría sólo utilizamos uno o dos de ellos) diferentes que le permiten mover las orejas en todas las direcciones, lo que les ayuda a identificar todos los sonidos de su alrededor, su audición es selectiva lo que quiere decir que puede discriminar sonidos y centrarse sólo en aquellos que le interesan.

El Olfato.

El olfato es el sentido más desarrollado de los perros, tanto es así que más del cuarenta por ciento de su cerebro está dedicado exclusivamente al análisis de los olores. Existe una íntima relación entre el olor y el comportamiento.

Los receptores olfatorios se encuentran situados en una región especializada de la mucosa nasal que recibe el nombre de mucosa olfativa. La memoria olfativa convierte al perro en un excelente rastreador, pudiendo recordar objetos, personas, lugares u otros animales, no solo por su imagen, sino por su olor.

Se calcula que tienen entre 200 y 300 millones de receptores olfativos (dependiendo de la raza o morfología) mientras que el ser humano tiene 5 millones, con esto nos podemos hacer a la idea de la importancia del olfato canino, para ellos el sentido del olfato es lo que para nosotros el sentido de la vista. El olfato del perro le permite incluso detectar olores por debajo de los 12 metros de profundidad bajo tierra. A lo largo de los años los seres humanos hemos utilizado el olfato de los perros para nuestro beneficio y les hemos enseñado/adiestrado entre otras cosas para: detectar fugas de gas en tuberías, insectos incrustados en el suelo o madera, bacterias, moho, averías eléctricas subterráneas, detección de drogas, de explosivos, rastreo, búsqueda y salvamento, para la caza, detección de incendios provocados, detecciones médicas (epilepsia, cáncer…), etc.

Además del olor corporal formado por las diferentes secreciones del organismo, el perro utiliza un segundo canal de trasmisión olfatoria, basado en la emisión y captación de unas sustancias químicas denominadas Feromonas.

Las feromonas son componentes volátiles elaborados en distintos puntos del organismo que se encuentran presentes en los fluidos corporales de todos los mamíferos, tal vez incluso en el ser humano. Las feromonas son captadas por una especie de segundo olfato especializado en dicha función denominado Órgano Vomeronasal o de Jacobson.

organo vomeronasal (2)El Órgano Vomeronasal se dispone en la parte anterior del tabique nasal, encontrándose en conexión con el canal incisivo superior, pequeño conducto que pone en comunicación la cavidad nasal con la cavidad bucal. Mediante un elaborado movimiento de la lengua y de los labios, el perro consigue que una parte del aire inspirado pase por el canal incisivo, permitiendo su entrada en el órgano vomeronasal.

Factores que influyen en la detección del olor:

  • Fatiga
  • Concentración del olor.
  • Volatilidad del componente odorífico.
  • Ambiente, temperatura, humedad y otros olores.
  • Corrientes de aire.
  • Anatomía de la nariz y fuerza de succión del aire.
  • Moco nasal.
  • Hidratación.
  • Dieta.
  • Enfermedades relacionadas (alergias, alteraciones del sistema neurológico central)
  • Medicamentos.

El Gusto.

El sentido del gusto es el sentido más pobre de todos y el menos estudiado, lo que se sabe seguro es que precisa de la ayuda del olfato para saber si una cosa le va a gustar o no. El sentido del gusto en los perros está estrechamente vinculado al olfato, que completa su función gracias a las papilas olfativas, muchas veces veremos que el perro está oliendo algo y de repente lo chupa, esto lo hacen para completar la información que recibe a través del olfato.

Al igual que nosotros, en la lengua disponen de papilas gustativas que son las responsables transmitir la información al cerebro, y las utilizan para probar sabores, para salivar y activar el sistema digestivo. Está bien desarrollado en el perro, pobremente si lo comparamos con el del hombre. La palatabilidad, olor, sabor y textura, hace que diferencien lo dulce, salado, amargo, agrio, picante, ácido.

El Tacto.

En los cachorros, este sentido es de vital importancia, dado que nacen con los receptores sensoriales en sus rostros para que éstos puedan encontrar la mama. Más adelante, utilizarán sus almohadillas plantares para recibir información. Los estímulos táctiles tienen una función importante en la relación del perro con las personas. Así, las caricias tienen un efecto calmante sobre perros asustados o ansiosos, y disminuyen la frecuencia cardíaca. Curiosamente, la persona que acaricia al perro obtiene según parece, los mismos beneficios. Bien desarrollado. Una caricia es una recompensa importante. La sensibilidad al dolor en los animales es muy variada. El dolor influye en alto grado sobre el estado psíquico.

El sentido del tacto se divide en:

  • Mecanoreceptores: son los más abundantes y están situados en la base de cada folículo piloso, estos se activan cada vez que es perturbado por movimientos externos (tacto, presión, gravedad, estiramiento o movimiento).
  • Nociceptores: terminaciones nerviosas sensibles a la estimulación nociva que amenaza el tejido corporal. Estos receptores están asociados con el dolor y tienden a estimular los mecanismos de escape en los animales.
  • Propioceptores: se encuentra en los músculos y las articulaciones y son los responsables para determinar la posición del cuerpo y sus movimientos.
  • Termoreceptores: están situados en la piel y son terminaciones nerviosas libres que captan las variaciones de temperatura (frío/calor).

 

Jesús Gutiérrez