Consejos para propietarios sobre los cuidados e higiene del perro.
El baño.
Báñelo una vez al mes, teniendo cuidado con las orejas y los ojos. Si el clima es templado, puede bañarle en una pileta de jardín. Tenga a mano el champú, el jabón, el cepillo y las toallas antes de empezar el baño.
Coloque al perro en la pileta y mójelo. Utilice un champú que tenga un Ph balanceado para perros. Si este tiene problemas de piel, pregúntele a su veterinario cuál es el champú adecuado. Darle dos lavados es suficiente para que su perro quede limpio: el primero para aflojar la suciedad y el segundo para quitarla.
Deje que su perro se sacuda por unos minutos y luego quite el exceso de agua del pelo. Póngalo sobre el piso o sobre una mesa, cúbralo con una toalla seca y comience a secarlo hasta que la mayoría del agua haya sido absorbida.
Comience a secarlo con secador; éste debe estar a una distancia de 30 cm del perro. Mueva el secador y el cepillo por toda la superficie del cuerpo de su perro, para así lograr un secado parejo. Nunca deje afuera a un perro húmedo cuando hace frío ni lo exponga a corrientes de aire. Manténgalo alejado de los lugares en donde pueda ensuciarse antes de que se seque completamente.
Cuidados de orejas y ojos.
Cuando se encuentre arreglando a su perro, usted deberá asegurarse de que sus ojos y sus orejas estén limpios, claros y libres de cualquier exceso de secreciones.
Si los ojos no están limpios, usted pude limpiarlos suavemente con una gasa de algodón húmeda, utilizando un pedazo de gasa de algodón diferente para cada ojo.
Si sus ojos están rojos, o si tienen exceso de secreción, pídale a su veterinario que le aconseje qué hacer.
Con relación a las orejas de su perro, si se encuentran sucias de tierra, usted puede limpiarlas con una pequeña almohadilla de gasa de algodón seca, pero no ahondamiento más allá del área que usted puede ver a simple vista y no introduzca ningún objeto sólido ya que el oído es muy delicado y puede ser dañado con facilidad.
Los perros de orejas largas son más propensos a sufrir de problemas de oídos, así que usted debe mantener una vigilancia estricta con los perros que pertenecen a este tipo de razas.
Un exceso de cera oscura, o alguna secreción del oído, pueden indicar que su perro tiene ácaros en el oído o una infección. Una vez más, si éste fuera el caso, consulte con su veterinario.
Higiene dental.
Aunque parezca que nuestros perros no necesitan mantener una salud dental como lo hacemos nosotros, esto no es así y es muy importante prevenir la aparición de “sarro”, muy frecuente en determinadas razas, para evitar otros problemas asociados.
La placa y los cálculos comienzan a formarse en los dientes del perro después del año de vida, particularmente si se lo alimenta con comidas blandas. Las bacterias de la comida y la saliva se acumulan y se adhieren a los dientes formando una placa.
Para el cuidado de la dentadura de nuestra mascota, podemos cepillar sus dientes regularmente (al menos una vez a la semana), utilizando un pequeño cepillo dental y, si lo admite, un dentífrico formulado especialmente para ellos.
Es importante habituarle desde cachorro al cepillado de los dientes, aunque éstos sean los de leche (que cambian por la dentadura definitiva a partir de los 5 meses).
Si no accede al cepillado, aunque menos eficaces para el control de la placa dental, existen productos alternativos como geles, esprays o huesos limpiadores. Consulta a tu veterinario sobre ello y él te recomendará el producto más adecuado a cada caso particular.
Su perro debe recibir exámenes dentales periódicos. Un buen momento es durante la revisión anual cuando se aplican las vacunas.
Cuidado de uñas.
En el perro existen dos tipos de uñas: Las de los espolones y las de los dedos. Su crecimiento es continuo y la actividad del perro debe poder asegurar la abrasión de la uñas de los dedos.
Si así no fuera (la uñas hacen ruido cuando el perro anda) hay que cortarlas con un cortaúñas. Es esencial que su perro tenga las uñas cortadas correctamente para que así pueda pisar bien; es su responsabilidad cortarlas periódicamente. Las uñas excesivamente largas pueden dañar las patas y hacer que el perro sienta dolor al caminar o al correr. La frecuencia del corte depende del crecimiento de las uñas.
Los cachorros tienen uñas filosas, cortarles las puntas no sólo es una buena práctica sino que también servirá para acostumbrar al cachorro a este procedimiento.
El corte de uñas en el perro es algo delicado y hay que saber hacerlo. En el interior de las uñas del perro hay terminaciones nerviosas y vasos sanguíneos por lo que si cortamos demasiado y llegamos a esta parte de la uña infringiremos un intenso dolor al perro, acompañado de hemorragia y podemos incluso provocarle una infección. Por eso es mejor que el corte de uñas lo realice el Veterinario, Atv o el Peluquero canino.