Factores que influyen en el adiestramiento

La mayoría de las conductas están influenciadas por factores genéticos característicos de cada raza y factores ambientales que han ido moldeando el temperamento y personalidad del perro. De ahí que algunos ejercicios resulten tan fáciles de educar y otros sean realmente dificultosos.

Influencias Intrínsecas.

La Raza.

Las razas puras fueron creadas bajo un proceso de selección artificial por sus cualidades específicas dentro de los distintos trabajos. Cazadores, pastores, perros de guarda o compañía, etc. Según crecía su popularidad, la funcionalidad de la raza se fue sustituyendo por la parte estética y por sus cualidades de perro de compañía para la casa. Lo importante era que encajara en el entorno urbano. Los rasgos más instintivos se cambiaron por caracteres más juveniles y manejables.

Sin embargo, aunque pueda parecer que sus impulsos de raza estén apagados, tan solo están adormecidos, si se le provoca, florecerá y se desarrollará sin parar. Lo predispuesto genéticamente se aprende con tan solo copiarlo de un adulto. Lo impuesto por modales y educación muchas veces es totalmente contradictorio con sus principios, eso hace que resulte tan difícil educar. Es entonces cuando se escuchan comentarios como: Es que es una raza muy cabezona.

El Temperamento.

Definiciones:

  • El temperamento varía según la raza.
  • El temperamento se define como la predisposición heredada específica, en función de su raza y la experiencia del animal.
  • El temperamento se define como la respuesta del comportamiento de un animal al manejo producido por el hombre.
  • El temperamento es la velocidad de reacción a los estímulos, ya sean agradables o desagradables. De manera que no hay temperamentos buenos o malos, son adecuados o no adecuados.
  • Si lo aplicamos al adiestramiento, se mide en primer lugar por las ganas de trabajar dentro de su función específica y segundo, por la voluntad que tiene de trabajar para el hombre.

Muchas veces la predisposición genética y las ganas de obedecer pueden estar en esquinas contrarias.

Sensibilidades Físicas.

Tacto.

Su sensibilidad táctil determinará si el Labrador Retriever, por ejemplo, entra dentro del rio helado o si se mete en el cañaveral para recuperar el pato abatido por el cazador. Si le importa más el frío que siente al meterse en el agua o la astilla que tiene clavada en el pie. Si un perro carece de sensibilidad táctil, de poco servirán los tirones de collar que se le puedan dar. El nivel de sensibilidad dependerá del interés que tenga por lo que está haciendo.

Si esto ocurre en clase, tenemos tres opciones:

  • Incrementar el estímulo, añadiendo fuerza.
  • Cambiar el estímulo por completo.
  • Buscar algo que le guste al perro.

Lo importante es entender que no se trata de interpretar lo que percibimos nosotros, sino lo que percibe el perro.

Vista.

El movimiento puede estimular en mayor o menor medida las respuestas de un perro. El entorno y nuestros movimientos deben ser predecibles para el perro.

Audición.

Evaluar la sensibilidad auditiva de cada individuo para no superar los umbrales del miedo.

Estado Emocional.
  • Algunas emociones humanas son difíciles de entender por el perro.
  • Desilusión, decepción, frustración, enfado, etc.
  • Toda emoción negativa confunde al perro y todos sabemos que la confusión prolonga el adiestramiento.
  • Así que nada de gritos, nervios o malas caras.
Salud.
  • Si el perro no goza de buena salud, no puede trabajar correctamente.
  • No puede concentrarse, y acabara irritado y de mal humor.
  • He podido comprobar que muchas de las agresiones empiezan con un problema de salud.
  • Algunas enfermedades como la leishmaniosis o alteraciones del sistema nervioso, pueden producir un perro menos tolerante que se defiende con agresividad.

Influencias Extrínsecas.

El Entorno.
  • El lugar donde se encuentra el perro tiene mucha influencia sobre el comportamiento del mismo.
  • Un perro dentro de un coche no reacciona igual que si está suelto en la calle.
  • Un perro en los brazos de su ama no reacciona igual que cuando lo deja en el suelo.
  • Un perro fuera de su territorio siempre tendrá más inquietudes que si está en su casa.
  • Un perro que se ha criado con una familia tranquila y educada no responderá igual que uno que se ha criado en un ambiente hostil y cargado de estrés.

El entorno de la clase de ser: alegre, relajado y que transmita seguridad, calma y amistad.

La Rutina.
  • Los perros son animales de costumbres.
  • Si cambiamos los horarios acabaremos provocando situaciones de estrés que retrasarán el aprendizaje.
  • Un perro con una rutina es un perro feliz que no debe preocuparse de sí ese día comerá o saldrá a la calle para hacer sus necesidades a tiempo.
  • Su cuerpo tiene un reloj biológico que le indica lo que toca en cada momento.
Para convertirnos en el líder y a la vez incrementar el vínculo:

Crear rutinas: Los paseos, la comida, el baño e higiene corporal, la clase, los juegos etc.

  • El Juego: Actitud positiva, lúdica y además, así minimizaremos las correcciones y optimizamos el vínculo.
  • Para el perro representa una forma de integración en la familia, encuentra su rango social dentro de la manada.
  • El perro aprende a leer nuestras expresiones corporales, distinguir nuestro estado de ánimo según el tono de nuestra voz, etc.
  • Los Paseos: Aprende que existen períodos de relax y que no tiene que estar trabajando continuamente. Además, va asociando las vivencias y experiencias que se le presentan. Durante los paseos podemos utilizar todo lo que nos encontremos en la ciudad: escaleras metálicas, bancos, ruidos, coches, motos, niños de todas las edades, personas con paraguas, etc.
  • El Cepillado: Al cepillar al cachorro estamos sometiéndolo a un manejo y control de su cuerpo, marcando quién es el líder y desarrollando el vínculo. Además le estamos desensibilizando, porque estamos manipulando y tocando todas las partes de su cuerpo, evitando la aparición de estrés que pueda producir en el perro el manejo y tocamientos físicos.
  • La Clase: Mediante la clase diaria conseguimos mantener la disciplina. Reforzamos el papel de líder y la autoconfianza del perro.
Normas para las sesiones de Educación y Adiestramiento.

Lo ideal es trabajar en sesiones de diez minutos, teniendo en cuenta:

  • Utilizar correctamente el tiempo.
  • Elegir una hora del día en la que nos sintamos a gusto y el perro esté motivado y despierto.
  • Escribir qué parte vamos a trabajar.
  • Antes de las sesiones dejar al perro que haga las necesidades.
  • Crear un estado óptimo de excitación.
  • Empezar con un paseo con la orden de junto durante unos minutos y sin demasiado rigor.
  • Cuando practiquemos un ejercicio que es nuevo o no le sale bien, lo trabajaremos durante unos minutos, volviendo a ejercicios fáciles.
  • No crear patrones, debemos romper el ciclo de los ejercicios y no repetirlos ni en el mismo orden, ni en el mismo sitio.
  • Corregir con firmeza y energía pero sin correr ni lanzarnos encima del perro.
  • Mantener la clase divertida. Combinando ejercicios con juegos y estímulos positivos.
  • El último ejercicio ha de ser sencillo y positivo, terminar con buenos recuerdos.
  • El tono de voz es fundamental, hay que transmitir al perro el sentimiento adecuado en cada momento (aprobación, felicitación, reprimenda, corrección, etc.), se trata de adaptar la voz, no de gritar.
  • Contingencia y Simultaneidad, consiste en que la orden y la postura deben ocurrir simultáneamente y la recompensa debe ser inmediata para reforzar la asociación causa-efecto.
  • Cada palabra ha de tener un solo significado.
  • Debemos jugar con el perro antes y después de cada sesión, antes para cansarlo un poco y tenerlo motivado y después para que la sesión termine de forma placentera para él y asocie así el juego con la clase.
    Esto hará que el perro esté expectante con cada clase porque sabe que será agradable para él.
  • Con el tiempo alargaremos las sesiones para fortalecer su resistencia y concentración.
La Nutrición.

Dieta equilibrada con relación a la raza, edad y tareas (gasto energético).

El Guía o Propietario.

Un educador debe saber en cada momento cómo actuar y debe saber también cambiar de persona dulce y cariñosa a otra más firme y seria. Si no está motivado y lo hace por obligación, el perro lo notará y no responderá con alegría. Hay que tener seguridad, serenidad, dulzura, firmeza, constancia y evitar enseñarle aquello que no debe aprender.

Jesús Gutiérrez