Educación y Adiestramiento canino en régimen interno

La Educación y Adiestramiento de nuestro perro en régimen interno, está recomendado en los casos que la psicología y comportamiento del perro necesite técnicas y entornos diferentes, también en casos en los que el comportamiento del perro no es controlado por los propietarios y necesiten ayuda.

También se recomienda esta opción cuando los propietarios no disponen del tiempo necesario para poder realizar las sesiones necesarias de entrenamiento para su formación inicial y diaria.

El perro permanece en las instalaciones en régimen interno durante todo el proceso de su educación y adiestramiento, durante la primera semana no es recomendable la visita de sus dueños, porque influyen negativamente en su estado emocional.

Una vez que el perro se ha adaptado y vinculado se recomiendan las visitas de sus dueños con la frecuencia que ellos deseen o recomiende el educador hasta el final de su formación, de esta manera los dueños pueden seguir y evaluar sus progresos, incluso pueden predecir cuándo llegará el momento de realizar el traspaso de mando y posterior regreso a casa.

El perro necesita adaptarse y vincular con el profesional que va a dirigir su formación, una vez se haya adaptado y desarrollado los lazos afectivos se inician los trabajos para su educación.

La estancia del perro en régimen interno, dependerá de la capacidad de aprendizaje y de las conductas anómalas de este.

Objetivos:

  • Conseguir estados emocionales óptimos en todos los entornos.
  • Evaluar posibles problemas de comportamiento y modificarlos.
  • Crear contextos y normas en el perro para el día a día en su domicilio y con sus dueños.
  • Rutinas y horarios.
  • Desarrollar la tabla de adiestramiento básica para asegurar el posterior control por parte de sus dueños:

  1. Andar al lado, en diferentes ritmos, lento, normal y rápido.
  2. Sentado, tumbado y pie, al lado de su dueño.
  3. Quedarse quieto en las tres posturas.
  4. Acudir a la llamada de su dueño.
  5. Soltar y dar los objetos que pueda tener en la boca.
  6. No ingerir sustancias del suelo.

  • Desarrollo de protocolos de juegos con diferentes objetos u otras modalidades aeróbicas.
  • Garantizar y aumentar los criterios, exigencias y experiencias en el perro, de esta manera conseguimos más equilibrio emocional.

Una vez alcanzados todos los objetivos y final del proceso de su educación, nos ponemos en contacto con los propietarios para poder fijar los días para trabajar con el perro, momentos en los que se trasmiten todos los conocimientos, teóricos-prácticos, y demás detalles para que sus propietarios puedan hacerse con el control y manejo del perro.

Estos primeros trabajos se desarrollan en el centro y en recinto cerrado para garantizar que las primeras experiencias del perro con sus dueños puedan ser perfectamente desarrolladas y asociadas, después se realizan otras sesiones en entornos urbanos similares al entorno real del perro, con estas sesiones se consolida el control de los propietarios sobre su perro.

Una vez finalizado el traspaso de mando, propietarios y sus perros regresan a casa.

Desde ese momento se mantiene contacto con la familia para ayudar y aconsejar, garantizando que el comportamiento del perro es correcto.

Jesús Gutiérrez