Tests caracterológicos para conocer mejor al perro.
Por el Señor y la Señora Menzel. 1935. Mejoras por Piero Scanziani.1952, Piero Alquati.1992
Test del Imprinting.
Se entiende por imprinting un proceso mental complejo que hace que el cachorro considere al hombre como un congénere y, por lo tanto, desee el contacto con él.
Edad.
Treinta-cuarenta días, si se quiere tener todavía la posibilidad de intervenir para corregir posibles resultados negativos.
Lugar.
Dada la tierna edad de los cachorros, el test sólo, puede tener lugar en el criadero o en casa del propietario de la camada.
Tiempo necesario.
Un cuarto de hora aproximadamente.
Quién realiza el test.
Cualquier persona adulta, con la condición de que sea desconocida para los cachorros.
Modo de ejecución.
Acercarse a la camada caminando tranquilamente, sin hablar ni hacer gestos bruscos. Sentarse en medio de los cachorros y observar sus reacciones.
Respuestas:
a) Los cachorros corren inmediatamente a inspeccionar y a oler al hombre, le invitan al juego y dan muestras de confianza.
b) Los cachorros rondan interesados alrededor del hombre, pero se mantienen a una distancia de seguridad y alguno de ellos insinúa reacciones agresivas (gruñidos o ladridos). Al cabo de unos minutos los más temerarios empiezan a acercarse y en poco tiempo todos los cachorros cogen confianza con la persona extraña.
c) Los cachorros huyen a esconderse en un rincón, visiblemente atemorizados por la presencia humana.
Resultados:
a) La camada ha tenido un imprinting excelente, se puede comprar uno de los cachorros con la certeza de que para él, el hombre será un compañero y un amigo.
b) El imprinting todavía es incompleto, puede tratarse de un ligero retraso por parte del criador a la hora de establecer una relación con los cachorros. O bien de animales que requieran algo más de tiempo. También puede tratarse de imprinting focalizado en una sola persona. Es conveniente realizar una nueva prueba pasada una semana.
c) Los cachorros carecen totalmente de imprinting. Afortunadamente, entre los treinta y cinco y los cuarenta días el daño todavía se puede remediar.
Impulsos heterófilos o de tipo altruistas.
- Apego al hombre.
- Confianza en el hombre.
- Sentido del deber.
- Sumisión.
- Docilidad.
- Espíritu de sacrificio.
- Vigilancia.
- Defensa del hombre o de sus congéneres.
Impulsos egófilos o de tipo egoísta.
- Impulso hacia el alimento.
- Impulso sexual.
- Impulso para el movimiento.
- Impulso para la lucha.
- Impulso para el juego.
- Impulso para la fuga.
- Carácter.
- Resistencia.
- Mordedura.
- Autodefensa.
Test de Carácter.
Con la palabra carácter se indica la capacidad del perro para soportar estímulos externos desagradables de tipo físico o psíquico, sin que desencadenen reacciones negativas en su comportamiento.
Edad.
De cuatro a diez meses. Importante el carácter suele endurecerse progresivamente con la edad.
Lugar.
Cualquier lugar tranquilo.
Tiempo necesario.
Alrededor de un cuarto de hora para cada test individual.
Quien debe realizar el test.
Una persona conocida por el perro, preferentemente que no sea el dueño, porque un alto grado de sumisión podría falsear parcialmente los resultados.
Primer test de Carácter:
Caminamos con naturalidad y el perro sujeto por la correa. De pronto, como si se tratara de algo totalmente involuntario, le cortamos el camino y le pisamos ligeramente una pata.
Respuestas:
a) El perro reacciona mordiendo, o haciendo el ademán de morder el zapato con el que le hemos pisado.
b) A parte de una pequeña desviación o sobresalto, el perro continúa como si nada hubiera ocurrido.
c) El perro da una pequeña muestra de dolor (aullido, leve cojera) pero luego reanuda tranquilamente el camino.
d) El perro exagera las muestras de dolor prolongando los aullidos cojeando o negándose a continuar el camino.
Resultados:
a) Carácter muy duro.
b) Carácter duro.
c) Carácter medio-medio bajo.
d) Carácter de blando a muy blando.
Segundo test de Carácter:
Sujetando el perro con la correa, saltamos un obstáculo y hacemos que el perro salte con nosotros, pero tirando de la correa hacemos que el animal caiga mal. Inmediatamente volvemos atrás y repetimos el salto esta vez sin interferir de ninguna manera.
Respuestas:
a) El perro repite el salto sin problemas.
b) El perro duda, pero repite la prueba.
c) El perro intenta evitar la repetición de la prueba y nos cuesta unos minutos convencerle.
d) El perro se niega rotundamente a repetirla prueba y permanece durante mucho tiempo atemorizado ante la idea de saltar.
Resultados:
a) Carácter muy duro.
b) Carácter duro.
c) Carácter medio o medio-bajo.
d) Carácter de blando a muy blando.
Tercer test de Carácter:
Jugamos un rato cuerpo a cuerpo con el perro, a continuación cesamos el juego de golpe, le apretamos entre nuestras piernas e intentamos levantarle los labios para mirarle los dientes, sin tratar de abrirle la mandíbula.
Respuestas:
a) E l perro trata de soltarse por la fuerza, llegando incluso a gruñir amenazadoramente.
b) El perro trata de soltarse por la fuerza, pero no gruñe.
c) El perro se debate unos instantes, luego se calma y se somete pacientemente a la prueba.
d) El perro da muestras de temor, baja las orejas, pone la cola entre las patas, aúlla o efectúa gestos de sumisión como por ejemplo tumbarse boca arriba.
Resultados:
a) Carácter muy duro.
b) Carácter duro.
c) Carácter medio.
d) Carácter de blando a muy blando.
Test del Temperamento.
El temperamento es la velocidad de reacción a los estímulos, ya sean agradables o desagradables. El temperamento cambia con la edad y con la condición física. El sistema mejor considerado para evaluar el temperamento es el que utiliza estímulos positivos en lugar de negativos. De esta forma tendremos la medida exacta del temperamento del perro sin que el carácter más o menos duro pueda influir en el resultado:
a) Reacción inmediata y muy vital.
b) Reacción casi inmediata.
c) Reacción lenta y apática.
Edad.
De tres meses a diez.
Lugar.
Casa del dueño.
Tiempo necesario.
Aproximadamente cinco minutos.
Quién debe realizar el test.
El amo del perro.
Modo de ejecución:
Mientras el perro está tumbado tranquilamente (no cuando duerme) cogemos su correa. Al cabo de un momento pronunciamos la palabra que él asocia con el paseo, vamos, a pasear, etc.
Respuestas:
a) El perro se pone a mover la cola y a saltar alegremente en cuanto cogemos la correa, y acentúa sus muestras de alegría al oír la palabra clave.
b) El perro adivina nuestra intención en cuanto cogemos la correa, mueve la cola y se dirige hacia la puerta.
c) El perro nos observa interesado cuando cogemos la correa, pero no se incorpora hasta que no oye la palabra clave, momento en que va hacia la puerta moviendo la cola, pero sin exageradas muestras de alegría.
d) El perro no se alza hasta que no nos dirigimos nosotros mismos hacia la puerta y nos hace repetir varias veces la palabra clave.
Resultados:
a) Temperamento altísimo.
b) Temperamento alto.
c) Temperamento medio.
d) Temperamento escaso.
Test de la Docilidad.
No hay que confundir docilidad y sumisión. Efectivamente, la sumisión es una especie de anulación de la personalidad del perro, a menudo provocada por comportamientos humanos. En cuanto la docilidad es la capacidad del perro para aceptar de manera natural y espontánea al hombre como un ser superior jerárquico.
Edad.
De cuatro a diez meses.
Lugar.
Seguro (a ser posible cerrado), pero con distracciones (personas y otros perros).
Tiempo.
Aproximadamente media hora para ambos test.
Quién debe realizar el test.
El amo del perro.
Primer test de la docilidad:
Jugamos alegremente con el perro durante diez minutos, a continuación interrumpimos bruscamente el juego con un “no” seco.
Respuestas:
a) El perro deja de jugar inmediatamente, manteniendo una actitud alegre y afectuosa.
b) El perro acepta el “no” después de insistir un poco.
c) El perro obliga al dueño a repetir varias veces el “no” y cuando cesa de jugar adopta una actitud ofensiva o en cualquier caso insatisfecha.
d) El perro no deja de jugar hasta que se le riñe severamente, ante lo cual reacciona con insatisfacción o incluso gruñendo.
Resultados:
a) Docilidad excelente.
b) Docilidad buena.
c) Docilidad media.
d) Docilidad baja. Diferenciar si es por docilidad o por temor.
Segundo test de la docilidad:
Más que un test propiamente dicho, en este caso se trata de una serie de observaciones a realizar cuando se deja suelto al perro en un lugar interesante y con muchas distracciones.
Respuestas:
a) El perro sale corriendo, pero no se aleja demasiado, va a oler a las otras personas o a los otros perros, aunque sin perder de vista a su amo, está en disposición de volver a su lado si le llama, después de una breve exploración del territorio vuelve rápidamente hacia su dueño, le mira con pasión y le invita al juego.
b) El perro sale rápidamente a la carrera y se aleja bastante del propietario, acude cuando se le llama, pero si está haciendo algo interesante (como jugar con otro perro) la respuesta no es inmediata.
Vuelve espontáneamente al lado de su dueño, con la cabeza y la cola alta, una vez ha finalizado la actividad.
c) El perro parece olvidarse del amo y se dedica a actividades interesantes (correr, jugar, entablar nuevas amistades) de las cuales es difícil desistir, el propietario tiene que llamarle varias veces para hacerle volver, pero cuando lo hace su actitud es alegre y desinhibida.
d) El perro se aleja muchísimo, va a su aire y no acude a la llamada, el dueño se ve obligado a ponerle la correa para regresar a casa y cuando lo hace da muestras de fastidio y descontento.
Resultados:
a) Docilidad alta.
b) Docilidad buena.
c) Docilidad de media a medio-baja.
d) Docilidad escasa.